Este fin de semana ha sido increíble. Participé en un evento súper especial para propietarios del Kia EV6 en Aldea del Fresno (Madrid) donde estuvimos alojados, y no puedo dejar de contaros la experiencia tan completa y divertida que vivimos.
Todo comenzó con una quedada de usuarios del EV6, ¡y qué pasada ver tantos juntos! Incluso había un Kia EV9, un auténtico mastodonte, un EV3 y un GT de rallyes que, con sus vinilos y presencia, llamaban muchísimo la atención. Nos reunimos apasionados de la movilidad eléctrica y del modelo, y la energía —nunca mejor dicho— se notaba en el ambiente.

Pasamos la noche por la zona y comenzamos el día con una ruta mañanera. Después, nos dirigimos a una visita guiada a una bodega local. Nos enseñaron los depósitos de fermentación y el proceso de producción del vino. ¡Y cómo no! Tuvimos la oportunidad de catar unos cuantos… que siempre ayuda a socializar. Tras eso, aprovechamos para visitar el Museo de la Guardia Civil, justo al lado de la bodega. Muy interesante y diferente.
La siguiente parada fue el restaurante 1987 El Origen, con unas vistas espectaculares. Allí, entre buena comida, charlas sobre coches y risas, también nos dieron un kit regalo muy curioso que incluía una batidora, gorra y linterna.
Pero lo más impactante vino después: todos fuimos juntos a una estación de recarga Zunder para hacer una especie de “prueba de estrés”. Imaginad más de una docena de Kia EV6 cargando simultáneamente a potencias altísimas. Yo, con MiKilovatio, llegué a los 228 kW al 40% de batería, una barbaridad. Y lo mejor es que no fue un caso aislado: otros EV6 estaban cargando a 156, 132, 178… ¡Una demostración real de que es posible cargar múltiples coches eléctricos a la vez con solvencia!
En mi caso, esta fue la mejor recarga desde que tengo el Kia EV6. En solo 14 minutos cargué del 24% al 83%, metiendo casi 47 kWh con una potencia media de 183 kW. Increíble. Esos 800V del sistema de carga funcionan de maravilla cuando están bien aprovechados y cuando la estación de recarga está bien dimensionada.
Y para rematar, recordé que esta estación Zunder ya la había estrenado en su día, de noche y recién inaugurada, con los plásticos aún puestos, aunque los postes no estaban en su sitio todavía. Ver ahora tantos coches cargando ahí a la vez es testimonio del progreso y de la evolución que también hacen las estaciones por mejorar.
Concluyo la jornada impresionado: por la potencia de carga real, la comunidad de usuarios del EV6 y lo bien que va todo cuando se combina buena infraestructura con tecnología preparada. Un día completo de coches, vino, buena comida y aún mejor compañía.
¡Nos vemos en la próxima ruta eléctrica!